Nunca he sido muy apegada a ir al médico, realmente he ido cuando las cosas con respecto a mi salud se ponían color de hormiga, tampoco soy de tomar medicinas, menos si estas no son previamente recetas por el médico (esto es raro en mi país porque desafortunadamente prima la automedicación y la venta de libre de las medicinas).
Así que el año pasado a regañadientes tuve que ir a un servicio de emergencia de una de las clínicas más reconocidas de mi país, me hicieron análisis de orina para descartar una infección urinaria felizmente el resultado fue negativo, después siguieron con una análisis de sangre para descartar una apendicitis pero como esta salió también negativa; me mandaron al ginecólogo y previa ecografía encontraron un quiste en el ovario izquierdo realmente este no fue lo que motivo el dolor pero “aviso” la necesidad que en un futuro cercano este quiste debía ser tratado.
El tumor era relativamente pequeño 33 mm. y en ese momento no representaba mayor peligro, así que por protocolo me hicieron un tratamiento hormonal y como este no desapareció, determinaron la necesidad de operarme para extirparlo.
La operación se realizaría en tres semanas a la sumo porque mi médico debía viajar al exterior para asistir a un congreso internacional. Pero esas semanas se volvieron meses y cada vez tenía menos tiempo para disponerlo a temas personales
La auditoria cada vez estaba más cercana, los pendientes se acumulaban y yo tenia un solo objetivo recibir la recomendación de los auditores para certificar en la primera fecha. Claro cada cierto tiempo venia a mi mente el tema de la operación pendiente, pero este se iba rápido porque la prioridad era la auditoria.
Hasta hace unas tres semanas (específicamente dos antes de la auditoria) mi empresa me mando a otra clínica ha hacerme un chequeo general, durante la evaluación ginecológica el médico encontró algo sospechoso y de inmediato me mando a que me hicieran una ecografía. Yo salí relativamente tranquila porque sabía muy bien lo que tenía y pensé que era un buen momento para retomar este tema.
Esperé a que me hicieran la ecografía por más de tres horas, es que el médico que tomaba esta prueba ya tenia pacientes citados con anticipación y como el mío había sido sin previa cita tuve que esperar hasta el final.
Cuando pase al consultorio donde me iban a realizar la ecografía, el rostro del médico se me hizo familiar, él me saludo cortésmente pero sin mirarme, apago las luces e inició el auscultamiento de mis órganos internos hasta que dio con el quiste en mención, pero a diferencia de la primera vez se quedo varios minutos observándolo, midiéndolo y definiendo características médicas, y me hizo muchas preguntas sobre él. Fue en ese momento que a ese rostro familiar le puse nombre y apellido, era Juan C. un amigo que había conocido en la academia pre-universitaria.
Así que el año pasado a regañadientes tuve que ir a un servicio de emergencia de una de las clínicas más reconocidas de mi país, me hicieron análisis de orina para descartar una infección urinaria felizmente el resultado fue negativo, después siguieron con una análisis de sangre para descartar una apendicitis pero como esta salió también negativa; me mandaron al ginecólogo y previa ecografía encontraron un quiste en el ovario izquierdo realmente este no fue lo que motivo el dolor pero “aviso” la necesidad que en un futuro cercano este quiste debía ser tratado.
El tumor era relativamente pequeño 33 mm. y en ese momento no representaba mayor peligro, así que por protocolo me hicieron un tratamiento hormonal y como este no desapareció, determinaron la necesidad de operarme para extirparlo.
La operación se realizaría en tres semanas a la sumo porque mi médico debía viajar al exterior para asistir a un congreso internacional. Pero esas semanas se volvieron meses y cada vez tenía menos tiempo para disponerlo a temas personales
La auditoria cada vez estaba más cercana, los pendientes se acumulaban y yo tenia un solo objetivo recibir la recomendación de los auditores para certificar en la primera fecha. Claro cada cierto tiempo venia a mi mente el tema de la operación pendiente, pero este se iba rápido porque la prioridad era la auditoria.
Hasta hace unas tres semanas (específicamente dos antes de la auditoria) mi empresa me mando a otra clínica ha hacerme un chequeo general, durante la evaluación ginecológica el médico encontró algo sospechoso y de inmediato me mando a que me hicieran una ecografía. Yo salí relativamente tranquila porque sabía muy bien lo que tenía y pensé que era un buen momento para retomar este tema.
Esperé a que me hicieran la ecografía por más de tres horas, es que el médico que tomaba esta prueba ya tenia pacientes citados con anticipación y como el mío había sido sin previa cita tuve que esperar hasta el final.
Cuando pase al consultorio donde me iban a realizar la ecografía, el rostro del médico se me hizo familiar, él me saludo cortésmente pero sin mirarme, apago las luces e inició el auscultamiento de mis órganos internos hasta que dio con el quiste en mención, pero a diferencia de la primera vez se quedo varios minutos observándolo, midiéndolo y definiendo características médicas, y me hizo muchas preguntas sobre él. Fue en ese momento que a ese rostro familiar le puse nombre y apellido, era Juan C. un amigo que había conocido en la academia pre-universitaria.
Era una academia en el centro de Lima donde asistían muchos jovencitos provincianos, de barrios emergentes o en su defecto de familias de ingresos medios que con mucho sacrificio cubrían las necesidades básicas de su familia. Además todos postulábamos a una universidad estatal porque el ingreso de nuestros padres no podía cubrir una particular.
La mayoría de ellos eran muy estudiosos y tenían un único objetivo: estudiar medicina y postulaban a la facultad más peleada (sin lugar a equivocarme) de América Latina
En el tiempo que yo postule se presentaban 50,000 postulantes para 3,000 vacantes y la gran parte de los postulantes iban a medicina o a derecho. Además todos los cursos tenían un mismo peso, es decir debías tener conocimiento de todos ellos (matemática, física, lenguaje, química, lógica, filosofía, historia, etc., etc.) Así que el total de puntos que debían sumar los estudiantes era 120 y los 200 estudiantes que ingresaban a la facultad de medicina se pelean por décimas y las notas iban desde los 100 para el último puesto hasta los 119 y décimas para el primero. No creo recordar que nadie haya logrado el puntaje total.
Mientras el doctor miraba el ecógrafo a mi se me venia a la mente ese chiquillo de 17 años que había conocido hacia un poco más de dos décadas, era un muchachito muy incisivo con los profesoras y que era capaz de seguir a cada uno de ellos hasta entender a plenitud el tema tratado, jamás me imagine encontrarlo en esas circunstancias y menos exteriorizando ese nivel de detalle que ya mostraba desde muy joven y que muchas veces había sido objeto de sorna por el resto de sus compañeros (incluida yo, lo confieso). Además ese nivel de detenimiento puesto en el quiste definitivamente me hizo sospechar que algo no estaba del todo bien.
Apenas termino de auscultarme el quiste me pidió que me cambiara y salió. Yo para confirmar en un 100% que era él, me acerque donde sus asistentes y pregunté su nombre cuando me lo dijeron se acabaron mis dudas. Así que cuando lo vi volver a su oficina me acerque a él y le dije yo te conozco, me miro por algunos momentos, y me reconoció nos abrazamos de alegría, volvimos al consultorio y de alegría hasta me cargo y me dio varias vueltas. Me dio un gusto inmenso volverlo a ver, después de intercambiar algunas palabras fui al grano. ¿Juan que has visto?, ¿Por qué te detuviste tanto en mi quiste?
En el tiempo que yo postule se presentaban 50,000 postulantes para 3,000 vacantes y la gran parte de los postulantes iban a medicina o a derecho. Además todos los cursos tenían un mismo peso, es decir debías tener conocimiento de todos ellos (matemática, física, lenguaje, química, lógica, filosofía, historia, etc., etc.) Así que el total de puntos que debían sumar los estudiantes era 120 y los 200 estudiantes que ingresaban a la facultad de medicina se pelean por décimas y las notas iban desde los 100 para el último puesto hasta los 119 y décimas para el primero. No creo recordar que nadie haya logrado el puntaje total.
Mientras el doctor miraba el ecógrafo a mi se me venia a la mente ese chiquillo de 17 años que había conocido hacia un poco más de dos décadas, era un muchachito muy incisivo con los profesoras y que era capaz de seguir a cada uno de ellos hasta entender a plenitud el tema tratado, jamás me imagine encontrarlo en esas circunstancias y menos exteriorizando ese nivel de detalle que ya mostraba desde muy joven y que muchas veces había sido objeto de sorna por el resto de sus compañeros (incluida yo, lo confieso). Además ese nivel de detenimiento puesto en el quiste definitivamente me hizo sospechar que algo no estaba del todo bien.
Apenas termino de auscultarme el quiste me pidió que me cambiara y salió. Yo para confirmar en un 100% que era él, me acerque donde sus asistentes y pregunté su nombre cuando me lo dijeron se acabaron mis dudas. Así que cuando lo vi volver a su oficina me acerque a él y le dije yo te conozco, me miro por algunos momentos, y me reconoció nos abrazamos de alegría, volvimos al consultorio y de alegría hasta me cargo y me dio varias vueltas. Me dio un gusto inmenso volverlo a ver, después de intercambiar algunas palabras fui al grano. ¿Juan que has visto?, ¿Por qué te detuviste tanto en mi quiste?
Me dijo que había visto un crecimiento anómalo de tejidos encima de mi quiste (me enseño unas manchitas blancas) y me dijo que esto hacia presumir crecimiento de tejido neoplásico (no se si fueran estos sus palabras pero yo le entendí así). Me dijo que íbamos a esperar que volviera el ginecólogo porque el quería hablar directamente con él de este tema. Así que mientras esperamos fuimos a almorzar (aunque ya era un poco más de las 4.00 de la tarde) y es allí donde pudimos recordar lo lindo que pasamos ese año de nuestra vida, nos acordamos de los amigos que no volvimos a ver o de aquellos que frecuentamos por alguna razón. El me hablo de otro amigo en común (Raúl L) que también es médico pero de la especialidad de ginecología y quien por coincidencia me había contactado unas semanas atrás a través del facebook.
Terminamos de comer y nos fuimos donde el ginecólogo que me había atendido, para suerte mía era su amigo personal así que la conversación fluyo de la mejor manera. Ambos coincidieron en la necesidad de realizar un examen de marcadores tumorales y de hacer una nueva evaluación ecográfica pero esta vez con doppler.
El examen de marcadores tumorales me hicieron al día siguiente y me dieron una tarjeta con una clave para que en 48 horas pudiera ingresar a verificar los resultados, la verdad que no tuve el coraje de hacerlo, ya suficiente tenía con el estrés de la auditoria, así que decidí postergar el hecho de conocer el resultado de esta prueba. Los que conocían de ello (mi parientes y amigos más cercanos me llamaron para conocer el resultado) y muchos entendieron, otros se extrañaron y uno que otro se escandalizo por mi falta de curiosidad (por decirlo de alguna manera).
El viernes siguiente (casi una semana después) y culminada la auditoria saque una cita con el médico y debo confesar que fui con mi marido muerta de miedo. Felizmente los marcadores tumorales salieron negativos, pero quedaba pendiente la ecografía con doppler, eso lo realizó Juan el día de ayer, en este examen se vio que la irrigación del quiste es baja (usualmente es alta cuando el quiste es maligno) pero el problema fue que la resistencia (término médco que no comprendi muy bien) es muy baja menos del 0.6 y según la literatura hay probabilidades de malignidad en un 81% de los casos. Así que con esos resultados el ginecólogo definió que era necesario cortar el anexo (ovario izquierdo), Juan me dijo que era lo mejor porque muchas veces solo se extirpa el quiste, pero si en patología el resultado arroja que el quiste es maligno hay que volver a operar.
Terminamos de comer y nos fuimos donde el ginecólogo que me había atendido, para suerte mía era su amigo personal así que la conversación fluyo de la mejor manera. Ambos coincidieron en la necesidad de realizar un examen de marcadores tumorales y de hacer una nueva evaluación ecográfica pero esta vez con doppler.
El examen de marcadores tumorales me hicieron al día siguiente y me dieron una tarjeta con una clave para que en 48 horas pudiera ingresar a verificar los resultados, la verdad que no tuve el coraje de hacerlo, ya suficiente tenía con el estrés de la auditoria, así que decidí postergar el hecho de conocer el resultado de esta prueba. Los que conocían de ello (mi parientes y amigos más cercanos me llamaron para conocer el resultado) y muchos entendieron, otros se extrañaron y uno que otro se escandalizo por mi falta de curiosidad (por decirlo de alguna manera).
El viernes siguiente (casi una semana después) y culminada la auditoria saque una cita con el médico y debo confesar que fui con mi marido muerta de miedo. Felizmente los marcadores tumorales salieron negativos, pero quedaba pendiente la ecografía con doppler, eso lo realizó Juan el día de ayer, en este examen se vio que la irrigación del quiste es baja (usualmente es alta cuando el quiste es maligno) pero el problema fue que la resistencia (término médco que no comprendi muy bien) es muy baja menos del 0.6 y según la literatura hay probabilidades de malignidad en un 81% de los casos. Así que con esos resultados el ginecólogo definió que era necesario cortar el anexo (ovario izquierdo), Juan me dijo que era lo mejor porque muchas veces solo se extirpa el quiste, pero si en patología el resultado arroja que el quiste es maligno hay que volver a operar.
Todavía con algunas dudas llamé a mi amigo Raúl (también de la academia pre-universitaria) y hoy un flamante ginécologo, me dijo que para el la decisión tomada era la correcta porque inclusive de no ser maligno existe la posibilidad de que el quiste en un tiempo no muy lejano pueda volver a aparecer. Así que la decisión ya esta tomada, el jueves me operan y realmente espero que todo salga bien.
He decido escribir esto y ventilar lo que muchos llaman algo sumamente privado, debido a que la vorágine que representa el autismo muchas veces nos lleva a descuidar nuestra salud. Pasamos nuestros días llevando a nuestros hijos a todos los doctores habidos y por haber, a todas las terapias posibles y simplemente dejamos de pensar en nosotras y de velar por nuestro propio bienestar. Además es una constante en todas nosotras el permanente estrés en el que vivimos que hace que nuestras defensas disminuyan y que estemos expuestas a más de una enfermedad incluida el cáncer. Por ello es necesario darse un pequeño tiempo para chequearnos y que nuestros hijos nos puedan tener a su lado al menos hasta haber alcanzado un nivel adecuado de independencia.
Además en esta entrada quiero agradecer a mis amigos Juan y Raúl por su apoyo incondicional y porque nuestro encuentro se presentó en un momento muy importante y crucial en mi vida.
He decido escribir esto y ventilar lo que muchos llaman algo sumamente privado, debido a que la vorágine que representa el autismo muchas veces nos lleva a descuidar nuestra salud. Pasamos nuestros días llevando a nuestros hijos a todos los doctores habidos y por haber, a todas las terapias posibles y simplemente dejamos de pensar en nosotras y de velar por nuestro propio bienestar. Además es una constante en todas nosotras el permanente estrés en el que vivimos que hace que nuestras defensas disminuyan y que estemos expuestas a más de una enfermedad incluida el cáncer. Por ello es necesario darse un pequeño tiempo para chequearnos y que nuestros hijos nos puedan tener a su lado al menos hasta haber alcanzado un nivel adecuado de independencia.
Además en esta entrada quiero agradecer a mis amigos Juan y Raúl por su apoyo incondicional y porque nuestro encuentro se presentó en un momento muy importante y crucial en mi vida.
PD. Por este tema y la auditoria como comprenderán no he podido visitar los blogs amigos y muchos menos dejar comentarios.
16 comentarios:
Tenés razón Rosio siempre nos postergamos y no es bueno ya que ellos nustros hijos, nieta nos necesitan y bien, me pone contenta que te hayas encontrado con antiguos amigos hoy médicos y de esa forma te sientas acompañada y más segura, muchos besitos a las dos, cuidate mucho
Rosìoooooooooo! Estaba desesperada leyendo!! GRACIAS A DIOS QUE ESTAS BIEN!!!!!!!!!!!!!!! Cuidate mucho SIEMPRE! Un beso a Mika!
Rosio, cuidate mucho. Deseo de todo corazon y por lo mucho que te quiero que todo salga bien.
Maria Gloria, Lau y Georgina
Muchas gracias por sus palabras, si definitivamente ahora me cuidare mucho más y no postergare nada referente a mi salud, es que Mika aún me necesita para rato.
Cariños
Rosio
Gracias por compartir esta experiencia: Yo llevo 4 años sin visitar el odontologo y tengo dos empacaduras rotas, llevo años de sufrir dolor en las articulaciones y nunca encuentro tiempo para ir al medico. Definitivamente le damos prioridad a los tratamientos de nuestros hijos, a los examenes de nuestros hijos, a las terapias de nuestros hijos y perdemos la perspectiva: Si nosostros no estamos bien posiblemente no podamos hacer nada de las cosas a las que le damos prioridad. Espero que todo salga bien Rosio y yo sigo tu ejemplo y esta semana al doctor!!
Betza
Que bueno me alegra mucho.
Yo después de la operación, voy al cardiologo (porque tengo en este tema una carga genética no tan buena), después al gastroenterologo y por último al dentista.
Y a concientizarnos de que necesitamos cuidar de nuestro bienestar.
Cariños,
Rosio
Rosío espero todo salga muy bien, mis bendiciones, las buenas ondas.
Me alegra te hayas encontrado con esos compañeros! eso es muy bonito.
Besitos a Mika, abrazos enormes para vos y a cuidarte sí tesoro :)
Graciela:
Muchas gracias por tus palabras y por estar siempre por aqui.
Espero regresar recargada para visitar a los amigos.
Cariños
Rosio
Rosio, gracias x compartir tu experiencia,deberíamos tomar tu ejemplo. Es cierto que siempre quedamos para el final, y más cierto aún es que nos necesitan enteras!
Espero que todo salga bien, vamos a tenerte en nuestros pensamientos, y al menos yo, en mis oraciones.
Un beso muy grande
AY AMIGA POR FAVOR CUIDATE MUCHO ... QUIEN HABLA JEJEJE... PERO VAMOS QUE DEBEMOS ESTAR BIEN PARA ELLOS... SIEMPRE NOS POSTERGAMOS POR ELLOS ... ES MUY BUENO QUE TUS MEDICOS SEAN AMIGOS ASI ESTÁS EN MÁS CONFIANZA DE PREGUNTAR Y QUE TE ORIENTEN DE MEJOR FORMA... YA SABES COMO SON LOS MEDICOS JEJEJE A MI ME ACABAN DE CANCELAR LA HORA
Querida Rosio, siempre te leo pero ahora no paso la oportunidad de escribir, eres una mujer super valiente y junto a tu esposo han surfeado olas grandes y pequeñas en la aventura junto a Mika...ella los necesita mucho a almos por eso es muy importante que ambos se cuiden y esten bien. Esnormal que a veces tengamos miedo o dejemos los chequeos de lado, por que nos sentimos sanos! y a veces hay cosas que ocurren sin que nos percatemos. Un beso Rosio y todo saldra bien no te preocupes que hay mucha gente que te quiere bien!
Eres un Mujer de mucho temple...lo has demostrado en todas las circunstancias de la vida...
Se que detrás de este pequeño recodo, Mika y tus demás seres amados te esperan para continuar en el camino...
Toda la suerte del Mundo!!!
Tienes razón, no se puede descuidar la salud una misma, a veces hay que buscarle tiempo a las cosas, porque el tiempo siempre nos juega en contra.
Sabemos lo que hacemos hoy pero no sabemos donde estaremos mañana.
Saludos y les deseamos que todo salga bien.
Angels:
Muchas gracias por tus palabras y por tu compañia realmente disfrute mucho la conversacion que tuvimos en la clinica.
Te queremos
Rosio, el chino y Mika.
Anonimo:
Gracias por pasar y por tus palabras.
Siempre he tratado de ser fuerte, pero cuando Mika esta de por medio debo confesar que las piernas me tiemblan. Pero definitivamente este pequeño recodo (como bien lo dices) ha hecho que ponga las barbas en remojo y a replanteado algunas cosas entre ellas definitivamente aquellas relacionadas a mi salud.
Cariños,
Rosio
Rosio,como te dicen nuestras compañeras...CUIDATE,POR FAVOR¡¡ Ahins,si és que siempre nos dejamos,como somos las mamás...un besote¡
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