lunes, 8 de agosto de 2011

FIESTA DE CUMPLEAÑOS: LUCIANA ¿NUEVA ETAPA?

Acabamos de llegar del cumpleaños de tu compañerita Luciana y tengo muchos sentimientos: alegría, orgullo, complacencia y muchísimas ganas de seguir trabajando duro porque todo lo hecho esta dando sus frutos.

Siempre he comentado que uno de tus mayores problemas eran las fiestas de cumpleaños, apenas escuchabas nombrar la palabra cumpleaños me decías que no querías saber nada de fiestas de cumpleaños. Muchas veces te obligue a ir (lo confieso) , pero apenas llegábamos teníamos que estar fuera del lugar donde se realizaba la fiesta por espacio de 15 a 20 minutos para que te acostumbrarás o mejor dicho desensibilizarás en algo tu sensibilidad auditiva y a pesar de ello y con todo el temor del mundo ingresarás a la fiesta, después poco a poco te ibas acostumbrando y la fiesta se desenvolvía sin novedad hasta que el canto del feliz cumpleaños y los aplausos y vitoreos siguientes traían nuevamente a colación tu sensibilidad auditiva.

Cuanto ingresamos a actual nido, la profesora nos comunicó que en el nido se acostumbraba a celebrar el cumpleaños de los niños, nada espectacular pero si una pequeña torta para poder compartir con los amigos y que a su vez los niños pudieran llevar regalos y de esta manera (me imagino) cohesionar más al grupo y desarrollar en los chicos las habilidades sociales. En lo que va el transcurso del año han festejado varios cumpleaños en tu salón y las primeras veces nos hablaron de tu molestia por el ruido pero últimamente nos decían que ya tolerabas los ruidos y que incluso disfrutabas y bailabas con tus amiguitos. Pero esta semana encontré pegado en tu cuaderno de control una invitación, tú primera invitación a una fiesta de tus amiguitos de tu colegio regular, claro que pensé que íbamos a ir pero lo guarde de inmediato porque debía pensar mejor como decírtelo. Pero el miércoles un encuentro con la mami de tu compañerita de cumplía años y un pedido de su parte de que no dejáramos de ir a la fiesta hizo que regresará volando a casa y tomará de una vez “el toro por las astas”. Te enseñe la tarjeta y te dije: Mira Mika, es la tarjeta para ir al cumpleaños de Luciana, y lo van a celebrar en el Mc Donald´s, no me dijiste absolutamente nada y para mi eso fue superbueno, ya que de buenas a primeras no había una negación de tu parte, me pediste la tarjeta y comenzaste a leerla en su totalidad y a mitad de lectura me dijiste: dice no faltes y yo agregué claro: dice que tenemos que ir el sábado que no podemos faltar, no dijiste nada más y yo aproveche para comunicarte nuevamente que el sábado iríamos a la fiesta de cumpleaños de Luciana.

Los días subsiguientes te volví a tocar el tema tangencialmente hasta que ayer en la noche te vi dibujando y escribiendo pequeñas frases alusivas al cumpleaños de tu amiguita, definitivamente eso me dio tranquilidad. El dٕía de hoy en la mañana antes de partir a tu terapia de integración sensorial me preguntaste a donde íbamos, te mencioné el nombre de la institución donde íbamos y de paso aproveche para recordarte que hoy era el cumpleaños de Luciana.

Ya en la tarde te aliste para ir a la fiesta y partimos hacia ella, a lado del local del Mc Donald´s, hay un grifo y como parte de los servicios de este grifo una tienda y allí me pediste que te comprará algunas golosinas, te dije que en ese momento no pero que si te portabas bien en la fiesta de iba a comprar uno cuando terminará la fiesta.

Llegamos cuando el show ya había empezado, agradecí que no hubiera música estridente, el show lo hacían 02 clowns y contaban una historia y utilizaban mucha la fono mímica y apelaban otro tanto a la imaginación. Apenas ingresamos al local a ti una mamá te llevó hacia donde estaban los niños y yo tuve que sentarme algo atrás porque todos los asientos de adelante estaban llenos, me sentí intranquila porque no iba a poder modelar tus conductas y temía que algo se fuera a ir de control. Tú muy tranquila fuiste y te sentaste después me dio mucho gusto que participarás como el resto de tus amiguitos, pude ver que por momentos entendías muy bien las consignas de los clows pero cuando no entendías virabas la cabeza hacía los lados para ver lo que hacían tus amiguitos del costado y es allí donde no pude de dejar de derramar unas cuantas lágrimas, me demostrabas el gran esfuerzo que haces para integrarte a este mundo que muchas veces para ti es confuso y hasta hostil (sobre todo desde el punto de vista sensorial). Terminado ello comenzó el número de magia y también lo disfrutaste porque el mago hizo participar los niños. Culminado ambos números empezó el show con dos chicas donde su principal actividad era hacerlos bailar y crear concursos donde participan los niños, en baile comenzó con una música que coincidentemente se llama el baile del sapito y tú bailaste y moviste la cadera como el resto de tus compañeritas cuando culminó la música dijeron que iban a escoger los ganadores. Pero las chicas no señalaban sino describían la ropa de los niños ganadores y en el caso de las niñas como estaban peinadas y la primera descripción fue la niña vestida de negro y que en el pelo tiene unos liguitas rosaditas, tú ni enterada pero tus amiguitas gritaron al unísono tu nombre, tú sin pensarlo te levantaste y caminaste hacia las chicas. Ellas te entregaron tu premio y es allí donde no supiste de allí que hacer (te quedaste paradita al lado de una de las animadoras), mientras tanto yo te miraba desde atrás y no podía intervenir porque era sumamente complicado que yo me acercará hacia ti, felizmente una de las animadoras se acercó a ti y muy bajito te dijo que debías ir a sentarte y así lo hiciste.

Luego fue el canto del cumpleaños feliz (la situación que hasta ayer que era la más complicada en los cumpleaños), yo esperaba que te taparás los oídos en lo mejor de los casos sacarte antes del aplauso final, pero nada de eso sucedió te ví tranquila (y eso me tranquilizó a mi) y cantaste el feliz cumpleaños y soportaste sin problemas los aplausos y hasta los vitoreos que dieron por Luciana.

A continuación los invitaron a pasar a las mesas y una vez sentados todos los chicos empezaron a repartir las cajitas feliz, tu viste que los demás chicos tenían puesto la vincha del Mac Donald’s en la cabeza y al toque te pusiste la tuya. En la mesa que estuviste estaban casi todos los compañeros de tu salón y por primera vez pude apreciar más de cerca la “diferencia” con tus pares, todos interactuaban: hablaban y se reían por las muecas y bromas que hacían dos de ellos, después uno de ellos simulaba ser el mago y el resto le seguía la corriente, tú por tu parte te mantenías muy tranquila en tu asiento, pero con otros intereses que en este caso puntual era leer toda la información escrita que contenía la cajita feliz o el individual de papel. Hija realmente en ese momento no sentí ni tristeza, ni preocupación ni ningún otro sentimiento negativo simplemente esto me permitió definir que aspectos debemos trabajar contigo o ponerlos como objetivos a corto plazo. Pero algo que me pareció gracioso fue que en plena comilona me comentaste: mami esta es comida no sana no, me sonreí y te dije que si y por ello era que los comías de vez en cuando.


Una vez culminada la comida, tus amiguitos salieron al pasadizo a seguir jugando. Nosotros hicimos fila para recibir las sorpresitas, pero a diferencia de los demás chicos tú fuiste la única que agradeció el regalo con un: muchas gracias. Después llego la piñata y también participaste aunque no fue mucho lo que recogiste pero te contentó un pequeño caramelo que recolectaste.

Finalmente con el resto de tus amigos se fueron a la zona de los juegos, uno relativamente grande que debo confesar mucha veces me ha dado miedo que entres porque no tengo posibilidad alguna de ver que pasa dentro y mi temor radica en que alguien te golpee o te empuje y tú no puedas o sepas defenderte, pero el que estuvieran tus amiguitos me dio tranquilidad a pesar que habían muchos niños más grandes y que no te conocían pero si algo pasaba ellos me avisarían o de lo contrario si no salías en un tiempo considerado prudencial yo podía pedirles que te fueran a buscar, pero no fue necesario estuviste jugando con ellos sin mayor problema, los seguías y de divertías mucho con ellos, en un momento te pedí que ya nos fuéramos pero tú me dijiste: no mami no quiero porque estoy jugando con mis amiguitos y ante esa respuesta nos quedamos un tiempo más.

Después de media hora te dije que ya nos teníamos que ir y aceptaste, cuando ya íbamos a tomar el taxi de regreso a casa, me dijiste: mami cómprame las golosinas, me porte bien y con mucho gusto fuimos hacia la tienda del grifo y te compre un paquete de galletas y un blister de chicle que definitivamente se convirtieron en las golosinas que con el mayor de los gustos he comprado en estos últimos tiempos.






jueves, 4 de agosto de 2011

VISITA A TARMA - ACTIVIDADES DIARIAS

Antes de seguir narrando nuestro viaje quiero comentar un poco de las actividades diarias que tenias en la granja, el día comenzaba a las 7.00 porque a las 7.30 en punto se iniciaba el ordeño de la vaca, apenas pronunciábamos esa palabra tu saltabas de la cama echa un resorte (muy diferente que en Lima que tenemos que obligarte a que te levantes), una vez fuera de la cama te aseábamos, te vestíamos para que fueras a ordeñar a la vaca, la actividad te encantaba pero cada cierto tiempo te ibas a visitar a las demás vacas que estaban en el establo, uno que otro día tuviste que hacerle frente al becerrito que también quería la leche de su mamá.

Culminado la actividad de ordeño, Carlos (el Sr. que dirigía las actividades) daba a los chicos una canastita con zanahoria para que los niños se dirigieran a alimentar a los conejos, cuyes (cobayos) y uno que otro día a la yegua. Esta actividad incluía “pelear” con el pavo porque a la menor distracción de los niños les arranchaba los pedacitos de zanahoria que llevaban.

Culminada esta actividad había que dirigirse al gallinero para alimentar a las aves, allí en las canastitas vacías, Carlos echaba maíz que ustedes aventaban a las aves (gallos, gallinas, patos, gansos, pavos y jalacuncas), aunque también venían una bandada de palomas que iban y venían para comer el maíz regado en el suelo.

Finalmente había que buscar los huevos que estaban escondidos en distintos lugares del gallinero, el número máximo por niño eran 4; los cuales tenían que llevar a la cocina para que todos pudieras disfrutarlos en el desayuno.
Estas actividades duraban aproximadamente 3 horas las que disfrutabas mucho ya que una de tus mayores motivaciones es estar cerca de los animales.