TU CONEXION

Tu conexión con el mundo exterior es de acuerdo a tu conveniencia. Si la persona te interesa, lo miras a los ojos, le contestas algunas preguntas, juegas con él e incluso lo abrazas.

Pero si no te interesa no hay forma humana ni fuerza sobrehumana de que siquiera lo mires. Incluso lo haces conmigo, cuando muchas veces llegó tarde a casa ni siquiera me miras; tengo que acercar hacia ti y obligarte a que me saludes, entonces de mala manera me dices: hola mamá.
Esta “hipótesis” lo confirmé el día de ayer.

Como bien sabes trabajo todo el día, en las mañanas tengo que levantarte temprano para llevarte al colegio, pero si la noche anterior no dormiste bien, todo el horario se desacomoda entonces comienza el círculo vicioso: te levantas tarde, llegas tarde al colegio y por ende yo llego tarde al trabajo; con la consecuente necesidad de quedarte más tiempo en el trabajo para compensar las hora(s) perdida(s).

Ayer fue uno de esos días, tuve que quedarme unas horas adicionales, las cuales se extendieron a 4 por problemas de movilidad. Estaba preocupada porque es un día en el cual casi seguro encuentro dormido a papá porque viene de dos noches consecutivas de trabajo (ya que hemos adecuado nuestros horarios de tal manera que el algunos días trabaja en la noche para que al día siguiente pueda recogerte del colegio, darte de comer y volverte a llevar).

Llegue a casa aproximadamente las 10.30 de la noche, encontré a papá dormido en el mueble y tu haciendo de las suyas. Habías agarrado algo que sabes que me molesta de sobremanera y por el cual varias veces te he llamado la atención.

Apenas me viste corriste hacia mí, seguramente viste en mi rostro molestia y seriedad (pero no era contigo hija) vi a papá y se que no le puedo exigir más de lo que ya hace, pero me dolió verte solita expuesta a tantos peligros, a pesar que las cosas denominadas “peligrosas” no están expuestas y las “tóxicas, hace mucho tiempo dejamos de adquirirlas.

Me miraste fijamente y pude percibir en tu rostro vergüenza y preocupación, mientras me decías ¡¡¡hola mamá!!!. Nunca, nunca hija, en estos casi 4 años te sentí tan conectada como ayer, me seguías mirando fijamente con esa carita a quien han descubierto “con las manos en la masa” y saludándome dos o tres veces más.

Pero yo seguí enmudecida, me dolía haberte descuidado, haberme quedado en el trabajo y sobre todo exponerte a mil peligros.
Como hasta ese momento yo no había respondido (seguro creíste que estaba muy enojada contigo) me dijiste ABRAZAME por favor, mamá.

Hija tu solicitud calmo mi dolor, me hizo pensar que cualquier sacrifico vale la pena y sobre todo me hizo prometer que tengo que redoblar esfuerzos para llegar más temprano a casa.
¡¡¡¡¡TE AMO!!!!!.........

PD. Después me aproveche de esa situación, para que me respondieras algunas preguntas; las cuales contestaste sin chistar.