Me convertí excesivamente consciente del grado de miedo, temor y odio del autismo que ha diseminado extensamente en la sociedad y de las consecuencias diarias para las personas autistas. ¿De dónde proviene toda esta falsa información, estereotipos y prejuicios sobre el autismo? Provienen de personas que se nombran, “defensores del autismo”, cuyo objetivo es crear un mundo sin autismo, sin personas autistas.
En Canadá, defensores del autismo deciden prácticamente todo, acerca de como deberían ser tratadas las personas autistas. “Los defensores” aplican sus creencias utilizando esto en procedimientos legales y en otras situaciones, condenando la mayor parte de autistas como menos que seres humanos, como la carencia de capacidades esenciales humanas, como personas tontas u objetos no sólo en la sociedad o familias sino que también en instituciones.
Descubrí que muchos de los reclamos hechos por los representantes del autismo fueron exagerados o falsos. Sin ninguna oposición negaban a las personas autistas los beneficios y la protección, inclusive de las normas más básicas de la ciencia y ética.
Fui al Tribunal Supremo de Canadá. Satisfactoriamente me opuse a ambos lados en el caso más importante en la historia canadiense de derechos humanos del autista. Gané la demanda contra mi patrón, esto al menos conforme a una ley canadiense, los autistas somos seres humanos con derechos humanos.
Aunque yo carezca de una educación universitaria, durante cinco años he estado vinculada a un grupo de investigación universitaria basada en el autismo y he contribuido como investigadora en varias publicaciones importantes.
Como lo es en muchos adultos autistas, mi vida es inestable y difícil. Pero soy consciente de los mitos que se esconden detrás de muchos de los serios problemas que afronta la población autista. Mientras carezco de las capacidades necesarias para el activismo, he hecho lo que ha estado a mi alcance para plantear tres posiciones.
1. Las personas autistas somos seres humanos con derechos humanos.
2. Merecemos normas aprobadas de ciencia y ética, las normas automáticamente protegen y benefician a los no autistas, sin esto nosotros no podemos avanzar con seguridad en la sociedad, mucho menos tendremos éxito en nuestras vidas.
3. Los servicios para personas autistas, cualquiera que sean, deberían ser ofrecidos con exactitud, ética y respeto.
Tristemente, estas tres posiciones son extensamente ridiculizadas como inaceptables y reprensibles por los “defensores del autismo,” por los que deciden el futuro de las personas autistas. Estamos todavía lejos de una sociedad donde seamos considerados y tratados como iguales.
Fuente: Michelle Dawson
M. Dawson es una canadiense autista, miembro del Movimiento de los Derechos de las personas autistas. Michelle ha escrito una gran cantidad de artículos sobre este tema. Refiriéndose a la manera en que las personas autistas son tratadas, Dawson explica que la mayoría de científicos se enfocan en cómo reparar el cerebro de una persona autista. Ella explica que deberían concentrarse más en cómo funciona el cerebro de una persona autista. Es una crítica acérrima de la terapia A.B.A.
5 comentarios:
Excelente Rosio! Gracias x compartirlo. Lo voy a releer a la noche, más tranquila :)
Besos!
Se ve muy interesante el blog de Michelle, gracias por el enlace, voy a fisconear un poco!!!
Rosio, me gusto mucho, por obvias razones "CANADA" "AUTISMO"
Voy a investigar muchisimo mas sobre el, me parecio muy interesante, gracias por compartir
Georgina.
Que lindo relato voy a entrar al blog de Michelle, gracias por compartir, besitos a Mika
pobre lo que tuvo que pasar no......pero es la vida y las injusticias,ahora lo voy a leeer más,besosssssssssss
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