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miércoles, 6 de mayo de 2020

ADIR - ENTREVISTA PARA EL DIAGNOSTICO DE AUTISMO - 1era parte



Hace dos años atrás una persona que estaba llevando un curso de ADIR, nos solicito una entrevista, que era parte de las tareas que le dieron para lograr su certificación
Claro en ese momento para nosotros el diagnostico estaba mas que claro y sobre todo aceptado, pero lo hicimos con el único objetivo de ayudarla. Pero a diferencia de ser yo quien respondiera las preguntas fue el papa de Mika; usualmente no es la norma porque la mama es quien "sabe mas".

En nuestro caso no es así, lo podemos hacer mama o papa sin ningún inconveniente. La crianza siempre ha sido compartida, así como el abordaje permanente. Así que lo pongo acá para no perderlo y para quien tenga interés de escucharlo, aunque la primera parte dura mas de 1 hora.

Les dejo una breve explicación en que consiste la entrevista:

El ADI-R es una entrevista clínica que permite una evaluación profunda de sujetos con sospecha de de autismo. Se centra en las conductas que se dan raramente en las personas no afectadas por esta condición. 
Ha demostrado ser muy útil en el diagnostico y en el diseño de planes educativos y de abordaje

Se explora tres grandes áreas (lenguaje/comunicación, interacciones sociales reciprocas y conductas e intereses restringido, repetitivos y estereotipados a través de 93 preguntas que se le hacen al progenitor o cuidador. La información  recogida y se traslada a unos útiles y sencillos algoritmos que orientan el diagnostico y la evaluación de la situación actual.

viernes, 28 de octubre de 2011

ESTRESADA PERO EMOCIONADA



Si eso es lo que siento hoy preparando todo para tú cumpleaños, es que es la primera vez que te lo celebramos porque tú nos los haz pedido, además nos esta apoyando con los preparativos y por supuesto ha sido tú quién ha elegido el personaje de la fiesta.

El primero año no te celebremos porque días antes tuviste una descompensación que te llevó a la clínica, el segundo año se combinó una enfermedad (varicela) con la fase de duelo que aún vivíamos porque para esa fecha ya tenías un diagnóstico, los tres años siguientes (3, 4 y 5 años) no te lo celebramos porque tú no querías, tenias pánico ir a las fiestas producto de su sensibilidad auditiva y él que me digas verbalmente “por favor mamá, no quiero ir a la fiesta de cumpleaños”, hacía que no optáramos por hacerte una fiesta porque más que un regalo era una tortura.

Pero este año, las cosas han ido variando para mejor poco a poco te has acostumbrado a los cumpleaños y lo mejor de todo has empezado a disfrutarlos. Inclusive en los dos últimos cumpleaños que te han invitado has mostrado mucha expectativa en ir a la fiesta.

Es por ello que en este contexto es la primera vez que pensamos celebrarte tu cumpleaños te lo propusimos tímidamente y tú dijiste que si, te preguntamos si querías que fuera en un restaurante (Burger King, KFC o Mc Donalds), en una casa o en tú colegio y elegiste este último y finalmente te preguntamos el personaje de la fiesta y tú son dudarlo elegiste a Angelina Ball erina.

A pocos horas de tu fiesta, como dice el título de la entrada estoy estresada porque a pesar de haber pedido una semana de vacaciones, sigo aún con los preparativos (mi inexperiencia en el tema me esta pasando factura) y sumamente emocionada porque presumo que lo disfrutarás mucho (espero más que yo).

martes, 24 de agosto de 2010

SEGUIMOS EN GUERRA......DE ESTRATEGIAS


Los sábados suelo “escaparme” un par de horas para hacer compras, porque se me hace imposible hacerlo a lo largo de la semana.
Digo escapar porque aprovecho que la señora de la limpieza esta en casa para que “pueda echarte un ojo”.

Y este sábado así lo hice, como siempre me di una vuelta por la sección juguetes para ver que cosas caían dentro de la categoría bueno (útil), bonito y barato. Y por décima vez pregunte el precio de una casita de muñecas que hace años luz te queria comprar, pero este vez la vendedora me lo dejo a un precio imperdible así que llegue como papá Noel a casa.

Apenas me viste dijiste: Mamá regreso de comprar (presumo que cuando no me viste y preguntaste por mi, la señora te comentó que me había ido a comprar), antes que yo pudiera decirte algo tú me preguntaste ¿mamá que compraste?, yo me quedo muda por algunos segundos, es que tu conversación espontánea todavía es muy pero muy incipiente; tus preguntas “espontáneas” hasta ese día se limitaban a tres: ¿Qué es esto? o ¿esto es….? Cuando quieres saber el nombre de algo que te interesa; ¿Cómo se dice en inglés…….? O la actual frase de moda ¿Cómo se deletrea……..?

Estuve tentada a decirte que era una casita, pero contuve mi emoción y te dije: ¿adivina que es? Y contestaste: no lo sé. (Hago un paréntesis acá porque esta respuesta es gracias al material de trabajo “Teoría de la mente” que muy generosamente compartio Anabel).

Ni bien comencé a decirte: ¿quieres que te lo muestre?, tus deditos ya habían rasgado la bolsa que envolvía el juguete y pudiste visualizar la casita, exclamaste: es una casita, abre la caja por favor mamá.

Te dije que lo iba a abrir pero previamente debíamos trabajar, tú aceptaste de buena gana porque el refuerzo era gigante, trabajamos secuencias y lo hiciste bien, actualmente armas secuencias correctamente, pero todavía te trabas o te callas cuando te pido que me expliques lo que pasa en la tarjeta.
Pero en fin tiempo al tiempo.

Una vez que te entregue la casita fuiste la niña más feliz del mundo, pero esta felicidad se extendió pasada las 11 de la noche, hice de todo para convencerte que debíamos ir a dormir pero no me querías obedecer, yo estaba sumamente cansada así que te di un ultimátum: si no te duermes en este momento apago todas las luces. Tú ni te inmutaste y seguiste jugando. Así que apague las luces y me fui a dormir.

Entonces comenzó el berrinche, gritaste y pataleaste. Entre las quejas que pude escuchar estuvieron: no me gusta la noche, no me gusta ir a dormir y otros más ininteligibles que no alcance escuchar. Hasta que después de 20 minutos de griterío te callaste y escuche el famoso: hice pichi en el pantalón…. a cambiar ropa por favor mamá.

Yo por supuesto no fui a prestarte ayuda, cuando te convenciste que mamá no iba a ir en tu auxilio, corriste hacia mi cuarto y volviste a repetir: Hice pichi en el pantalón, quiero sacar ropa, yo me seguía haciendo a la dormida tú me moviste la cabeza y me dijiste mamá levántate por dos veces consecutiva. Yo hice a la que me desesperezaba y te dije: que paso y tu me volviste a “solicitar” que te cambiará de ropa.

Entonces muy calmada te dije: si te orinaste entonces tu (señalándote en el pecho) tienes que cambiarte, por algunos minutos tu me señalabas a mi y yo a ti, mientras que cada una de nosotros hacia más intenso y fuerte el tú. Cuando te diste cuenta que no iba cambiar de opinión de mala gana y a regañadientas te quitaste la ropa, te asee y te dí un calzoncito y dos pantalones para que te los pusieras. Te demoraste una eternidad pero lo hiciste (no sé si lo he comentado alguna vez, pero dentro de todas las actividades pendientes las de validamiento son las más urgentes).

Cuando ya estabas cambiada te acosté en tu cama, estuviste quietecita y callada por espacio de 5 minutos y me empezaste a llamar: ¡¡¡mamá ven!!!, quiero dormir con mamá, yo hacia de tripas corazón, más aún cuando me dijiste: “mamá te quiero mucho”, cuando ya iba a pararme escuche tus pasitos, venias corriendo a mi cama.

No hubo que decir nada más simplemente te subiste a la cama y en menos de un minuto ya estabas durmiendo junto a mi

jueves, 19 de agosto de 2010

BALANCE


Hace mucho tiempo que no hago una entrada, debido a cuestiones laborales estoy más ocupada que de costumbre.

Muchos amigos me preguntan como te va en el tu colegio regular y en general puedo decir que el balance se inclina más a lo positivo que a lo negativo. Los dos primeros meses no hubieron grandes problemas, pero si surgieron algunos después de las dos semanas de vacaciones que tuviste. Bueno los mayores problemas se reflejaron en la parte conductual.

Hablaré en presente porque todavía estamos en proceso de reducirlas a su máxima expresión:
No quieres ir al baño, bueno no; cuando es el momento adecuado sino que esperas hasta el final y es allí donde comienzas a bailar en forma desesperada esperando que alguien te lleve al baño.
Hablo de miccionar, porque en la cuestión de defecar, te sigues aguantando producto de una impactación fecal de hace mucho tiempo atrás.

En el caso de miccionar yo ya lo tengo manejado en casa, no te llevo a regañadientas ni te obligo a ir, simplemente te ignoro cuando ya no aguantas, te vas corriendo al baño y gritas a voz en cuello ¿quiero hacer pichi?, es allí donde yo voy hacia ti y te hago gestos de felicidad exagerados que a ti te encantan. Por eso cuando estamos con papá, tu no quieres que él te atienda ni vaya hacia ti; quieres que yo vaya hacia ti para ver mi cara sobreactuada de felicidad extrema.

Aunque hiciste algo hace dos días que me dejo con la boca abierta, te fuiste al baño, te bajaste el pantalon, el panty y tu calzoncito (braguitas) te sentaste en el baño, te limpiaste y te volviste a poner tu ropa, me llamaste solo porque no podias abrocharte bien tu pantalón, yo me quede virola de la emoción pero no puedo cantar victoria porque aún es un hecho aislado, pero que puedes...... puedes.


En el caso de la “hacer caca” el otro te vi aguantando y corriendo a esconderte y te pronto de dije “ojo tengo un premio para quien va al baño”, volteaste rápidamente y me dijiste a voz en cuello ¿quiero hacer caca? También hice gestos de felicidad, pero tu no te aguantaste y me dijiste ¿premio qué es? A lo que yo te respondí “una rosquita” (que son unas galletas que te encantan) pero tú no te aguantaste y me replicaste: quiero unas rosquitas, yo te volví a repetir no una sola rosquita y tú hiciste tú último intento: quiero unas rosquitas, por favor mamá. Pero hay que respetar el trato inicial y al final te quedaste contenta con solo una rosquita.

No quieres comer tu lonchera, bueno eso lo has hecho una sola vez, ni bien metías un pedazo de pastel en la boca, lo botabas mirando la cara de tu miss, bueno esto se llama manipulación pura.

Después de años luz haces un berrinche para conseguir algo y en este caso específicamente son golosinas (chuches), estos en un colegio abundan ya sea porque hubo una fiesta infantil, porque salieron de paseo o porque un niño aunque parezca increíble los trae como lonchera. Eso ha hecho que pruebes algunos, unos porque se lo pediste a alguna profesora a manera de suplica y por ende no se aguantó y te lo dio. Es que nadie se puede mostrar indiferente ante un: dame galleta, por favor miss ...., por favor, por favor, extendiendo el por favor hasta conseguirlo.

Y es así que en otras situaciones al no poder conseguirlo a través de palabras haz probado el berrinche y te ha funcionado. Y esto lo comprobé porque el otro, íbamos en una combi (carro de transporte pequeño) y de pronto se acerco un señor que vendía golosinas por la ventana, tu me dijiste: quiero eso por favor mamá y yo te dije que no, a los segundos empezó un conato de berrinche yo me puse seria te miré a los ojos y con voz dura te dije: Tu sabes que conmigo no funcionan los berrinches que puedes llorar 10 horas y no consigues nada, además cuando mamá dice NO es NO. De pronto sentí que las revoluciones del llanto bajaban y este se terminó en un dos por tres, no sé si entendiste todas mis palabras pero el tono de mi voz te tradujo mi sentir.

Otro de los temas que volvió fue tu verborrea, lo bueno de todo esto es que ya identifique la causa, y es el tener un DVD, un CD o un juguete que tiene instrucciones verbales por más de dos días consecutivos. Esto hace que te aprendas los diálogos o las instrucciones de memoria y después estés como una lorita repitiéndolos. Y esto lo trasladas hasta el colegio donde interrumpes la clase. Esto paso con Pipo Leer 1 y 2, lo cortamos porque ya cumplió su razón de ser debido a que ya aprendiste a leer, después con el DVD de Blanca y Nieves y Dumbo donde te aprendiste casi todos los diálogos incluido las canciones y por último con un juguete que enseña a deletrear las palabras, lo bueno es que ya entiendes el concepto de deletrear y lo haces relativamente bien.
Entonces la consigna que tenemos con papá es que no te “envicies” más de dos días con algo que te gusta, a rotar los juguetes y los CD y DVD cada dos días.

Tampoco quieres invitar tu lonchera, tu miss me cuenta que siempre tus amiguitos están ávidos de saber que traes en la lonchera porque traes “cosas raras”, así que muchas veces se antojan y te piden que les invites y tú no quieres. Pero si quieres que ellos te inviten y si ellos no quieren tu se los arrebatas. Entonces ella muchas veces te distrae para ellos cojan alguna cosita y se queden contentos.

Y por último le causa muchos problemas a tu profesora que tu ya sepas leer, porque cuando les reparte hojas de trabajo de sus libros, donde la lectura lo tiene que hacer ella, tu terminas leyendo en voz alta primero que ella y peor aún frases que todavía no corresponden. Sé lo difícil que es eso porque muchas veces ella me manda esas hojas para trabajar en casa y tú haces eso conmigo. Cuando tapo las letras y te pido que me digas lo que ves me dices: Mejor mirar las letras mamá, pero recién después de muchos intentos aceptas decir lo que corresponde observando y/o pensándolo.

Bueno parece muchas cosas malas, pero yo no las tomo así son cosas que alguna vez debíamos enfrentar y cuando más pequeña seas mejor. Definitivamente no nos arrepentimos en lo absoluto de la decisión de incluirte en un colegio regular, sobre todo porque tu profesora esta predispuesta a superar los obstáculos y porque la psicóloga del nido quiere ayudar.
Gracias chicas, de corazón.

miércoles, 23 de junio de 2010

GUERRA DE ESTRATEGIAS

Hace algunas entradas comenté de cómo vienes utilizando tu “control de esfínteres” para retarnos (porque también lo haces con papá).
Pero lo haces medido, es decir te mojas un poquitito; lo suficiente para que asumamos que debemos cambiarte la ropa.

Entonces decidimos que como medida preventiva /proactiva (no sale cual es el término adecuado), cuando estas a punto de iniciar un berrinche, debemos llevarte al baño y sacarte toda la ropa (de la cintura para abajo) para evitar que la mojes a propósito.

Así pasó el otro día, te senté en el baño y como seguías llorando, me fui un ratito a ver las ollas, porque cocinar es una de las tantas cosas que hago antes de ir al trabajo. De pronto de callaste y pude ver por el cerrojo que te acomodaste de tal manera que el chorito de orina en vez de ir al inodoro, iba de frente al piso. Poco a poco cogiste un mejor posición que el chorito hizo un arco mayor (como de un varoncito) y por su puesto cayo más “pichi” al suelo. Yo no lo podía creer, apenas terminaste de pusiste a llorar sin lágrimas y empezaste a gritar “Hizo pichi en el suelo, hizo pichi en el suelo.

Me quede con la boca abierta si no te hubiera visto no lo hubiera creído. Es cierto me moleste, te levante y te lleve a la ducha porque te habías mojado un poquito, claro no quisiste, en medio de tu llanto me gritaste: no me quiero bañar, no me quiero bañar. Como sabes que la ducha demora en calentar, volviste a gritar: no quiero agua fría, por favor. Yo pensaba en el tiempo, en las reuniones de primera hora, de que si me demoraba más iba a agarrar un tráfico infernal que me haría llegar mucho más tarde de lo previsto.

Cuando sentiste el agua tibia, dejaste de pelear, te lave, te seque y te lleve a tu cuarto para cambiarte. Me miraste y me dijiste: mamá esta molesta.
Si, te dije - estoy molesta y triste porque te portas mal.

Pero con el apuro que iba, empecé a hacer las cosas como autómata y tú sentiste mi indiferencia y te empezaste a preocupar. Y empezaste a decir: quiero que estés contenta, por favor quiero que estés contenta.

Estuviste así unos minutos hasta de tanta insistencia me sacaste una mueca que paso como sonrisa y después de ello todo fluyo muy rápido. Inclusive dio tiempo para que me ayudaras a limpiar el baño.

Pero no aprendiste la lección, creo que yo tampoco. Hoy la película fue casi similar al otro día, bueno confirme que orinarte en el suelo es tu nueva estrategia para hacerme enojar, porque como esta vez desde el inicio te mostré mi cara neutral (confieso que solo era la cara) y a tu pesar no mostré signos de enojo, tu empezaste a gritar: quiero carita triste, quiero carita enojada (traducción: quiero que estés triste, quiero que estés preocupada).

Como seguía sin inmutarme. Esta vez te agarraste de que no querías cambiarte y por algunos minutos te resististe, pero al final y después de tanto llanto, logré culminar todas las cosas pendientes.

Es cierto una vez finalizado el evento y ambas casi sin fuerzas físicas ni emocionales, pusimos de nuestra parte; para que lo que quedará del tiempo previo a salir de casa se hiciera más llevadero.
Te dejé en el colegio y me enrumbe a la oficina.

Ya en el carro que me llevaba al trabajo, pensaba en los cursos intensivos de inteligencia emocional que me has hecho tomar, creo que ni siquiera en Harvard la parte práctica seria tan efectiva. Aunque parezca mentira iba más despejada, sintiendo un relax mental, comparado al relax físico que se siente después de haber estado en una baño sauna.

Apenas llegué a la oficina, mi asistente me interceptó preocupado porque “el auditor externo” me estaba buscando porque había encontrado algunas situaciones complicadas en el área de operaciones y a él de manera inquisidora lo había estado interrogándole para sonsacarle información. Me hizo el siguiente comentario: ingeniera al parecer esta muy enojado, a lo que yo le respondí y cual es el problema no tienes porque preocuparte, así se haga pichi en el suelo, el me corto con un perdón no la entendí, bueno yo respondí, no nada, yo me entiendo sola.

Toque la puerta de su oficina, inicialmente el se mostró muy enojado y me comentó lo que había encontrado. Yo simplemente le mostré lo que he aprendido contigo neutralidad total. Cuando entendió que mi actitud no iba a cambiar en lo absoluto, las cosas empezaron a fluir mejor……

lunes, 14 de junio de 2010

ESTRATEGIAS NADA SUTILES


Cuando eras un poco más pequeña, hacías MEGA berrinches, la razón principal era tu nula o escasa comunicación verbal. Entonces empezaba el llanto, seguido de gritos ensordecedores y por último corrías de pared en pared golpeándote la cabeza o en el mejor de los casos tu cuerpo.

Los berrinches fueron disminuyendo en frecuencia y en magnitud conforme fuiste adquiriendo lenguaje o cuando entendiste que a pesar de tanto barullo no ibas a conseguir nada.
Pero vinieron otras formas de comportamiento inadecuado que en algunos casos lo tomamos como actos involuntarios: Como por ejemplo, el que cada vez que tuvieras un Mega berrinche te orinarás en los pantalones, la explicación más lógica que encontrábamos fue que tus gritos incontrolados y la rabia contenida, era mayor a tu poder de control tus esfínteres.
Así que cada vez que iniciabas un berrinches te llevábamos corriendo al baño quisieras o no.

Últimamente has vuelto a hacer berrinches, pero esta vez acompañado de un pedido verbal, que la mayoría de veces es: no quiero ir al colegio o no quiero ir a la casa, porque todo el tiempo pides: ir a la casa de tus abuelos, primos, granja, parque, etc., etc.

La última vez fue cuando hace algunos días, regresabas de tu colegio y papá te llevo a casa. Tú pedido unas cuadras antes de llegar a casa fue: Quiero ir a la casa de la abuela Rosa.
Papá no te dijo nada, pero apenas te diste cuenta que no era el camino a la casa de la abuela Rosa, sino a nuestra casa, empezó el berrinche.
En esos casos papá es más sereno, su estrategia es no dejarte salir del carro hasta que no te pase el berrinche.

Tú estabas sentada junto a él, así que el te vio hacer un pequeñísimo esfuerzo y de pronto tú gritaste: hecho pichi en el pantalón, papá te toco y estaba completamente seco. Y te lo comunico. Pasado unos minutos volviste a hacer el pequeño esfuerzo (un pequeño puje) y volviste a gritar: hecho pichi en el pantalón. Efectivamente estabas un poquito mojada, lo suficiente para que papá te bajará del carro para cambiarte en casa.
Pero papá ya había podido evidenciar que en ambos momentos, esa alerta de haberte orinado, no era producto de un problema de control de esfínteres, sino que ambas situaciones habían sido totalmente intencionadas

Me costo creer, pero lo pude constatar este fin de semana. El sábado estuviste mal de salud (vómitos por una mala digestión) y casi todo el día dormiste. Así que el domingo tuve que levantarte más temprano de lo usual para no desarreglar nuestros horarios de la semana. Pero a ti no te gusto nada esa decisión, así que desde temprano empezaste a buscar lío, cualquier cosa te molestaba y era un No rotundo a cualquier actividad que te propusiera.

Pero hay cosas en las que no podemos negociar, así que como no te deje hacer algo inadecuado, tú tomaste eso de justificación para empezar un berrinche. Mi estrategia fue no hacerte caso, ignorarte por completo.. Entonces tu te paraste a mi lado y empezaste a pujar y a gritar: hice pichi en el pantalón, pero desafortunadamente (para ti) por más que pujabas no salía ni una gota (ya que te había llevado al baño apenas te habías despertado) Por algunos minutos pude verificar el esfuerzo que hacías para mojarte pero en forma medida, lo suficiente para cambiar mis planes u acciones o echar por tierra mi teatralizada paciencia.

Pero yo seguí ignorándote, así que cambiaste de estrategia, agarraste un poco de papel higiénico (limpio) y te lo metiste en la boca. Yo por supuesto miraba de reojo pero seguí ignorándote, tú viniste hacia mi y me buscaste los ojos, como no te hice caso, me dijiste: Micaela, comer papel higiénico. Igual y ante mi pesar tuve que aguantarme las ganas de decirte algo, aunque por dentro me moría de miedo que el papel te causará más problemas estomacales. Lo único que me quedo fue quitarte el papel que tenias de la mano y poner en alto el rollo, estuviste midiendo por algunos minutos más hasta que desististe y te fuiste a tu cuarto a jugar.

En conclusión nos dimos cuenta que muchas veces nos habías manipulado. Que el término pobrecita o “no entiende” ya debió ser desterrado hace mucho tiempo. Y que en definitiva tu condición no es limitante para establecer estrategias para salirte con la tuya.

jueves, 17 de septiembre de 2009

NOCHE DE PETICIONES


Usualmente te duermes a las 10.00 de la noche y al día siguiente haciendo mucha lata te despertamos a las 7.00 y en el mejor de los casos (para ti) 7:30 am. Esos 30 minutos (hasta las 8.00) debemos utilizarlos para vestirte y darte desayuno. De allí a correr a tu colegio donde debes estar máximo a las 8.30 am.

El problema es cuando te demoras en desayunar o cuando has trasnochado, no hay fuerza humana que te levante. Entonces para variar llegamos tarde al colegio.
Prefiero muchas veces que duermas un poquito más porque si te despierto mucho antes, terminas durmiendo en el colegio.

Pero ayer fue un día como pocos. Llegaste a casa con papá a las 18.00 horas y cuando iba a darte tu cena, te encontró dormida. Con todo el riesgo que eso significaba y porque te vio muy cansada prefiero dejarte dormir. Yo llegué a casa a golpe de las 19.00 horas (si estoy haciendo el esfuerzo de llegar temprano a casa) y cuando quisimos despertarte te pusiste a llorar, no a gritar, si no hiciste un pucherito que nos partió el corazón. Así que dijimos ni modo si quiere dormir que lo haga. Seguramente se levantará a las 1 de la mañana, me dije que importa una raya (trasnochada) más al tigre no hace la diferencia. Pero cuando el reloj marcaba las 22.30 horas te despertaste. Y así empezaron una sucesión de peticiones:

Como me imaginaba tenias un hambre voraz, pero como no sabes decir tengo hambre, lo primero que vino a tu cabecita fue quiero lonchera. Me hice la sorda, además comer tan tarde no garantizaba una digestión adecuada.
La segunda petición fue apaga la luz, la luz estaba apagada, la somnolencia o la necesidad te hicieron equivocar lo que realmente querías era prender la luz. También me hice la sorda.

La tercera petición fue quiero hacer pichi, como en esta petición no era posible una negación, te lleve. Era cierto, una vez culminada la actividad te felicite. Volvimos a la cama.

La cuarta petición nuevamente fue quiero hacer pichi. Pensé que nuevamente habías tenido ganas, y que al ser una necesidad fisiológica, no debía esperar. Estuvimos en el baño 5 minutos mientras pronunciabas a viva voz el nombre de cada animalito que esta dibujado en la cortina de baño, como no había visos que la pichi llegará, retornamos a la cama.

Pasaron 3 minutos y no se hizo esperar la quinta petición: quiero hacer caca. Lo pensé dos veces, pero dije a veces a pasado que me pide pichi y al ratito también hace caca. Hasta ahora no logro entender porque no haces ambas actividades juntas, pero tengo muchos cuestionamientos aún en mi cabeza para detenerme a analizar este en particular. Así que media incrédula te lleve al baño. Apenas te senté volviste a la perorata de nombrar a los animales y a las letras que los acompañaban.

Solo esperé un minuto porque comprendí que estas dos últimas solicitudes eran argucias tuyas para estar en un lugar con luz . Así que con mucha premura volvimos a la cama.

Ni bien nos echamos a la cama volviste con tu batería de solicitudes, quiero hacer pichi por favor mamá, quiero hacer caquita por favor, papá. Se empezó a desinflar mi paciencia y mi molestia tomo la palabra: Micaela, no es cierto no quieres hacer pichi ni caca, lo que quieres es levantarte pero no te lo voy a permitir porque tenemos que dormir, tú tienes que ir al colegio y yo al trabajo. Así que échate y cierra tus ojitos.

Silencio por dos minutos y como sabias que tus pedidos no tendrían”eco”, te levantaste y encendiste la luz. No iba a caer en el juego de prender y apagar la luz, así que me levanté y fui apagar la luz general de los interruptores.
Nuevamente te paraste y apretaste el interruptor eléctrico, como no se encendió la luz, aplastaste el interruptor 5 veces en forma sucesiva. Hiciste un pequeño berrinche, pero seguramente pensaste que iba a ser en vano e hiciste tu último intento…. prende luz.

No respondí, simplemente te eche en la cama, ya echada me dijiste quiero dentro, que es tu forma de pedir que te tape totalmente el cuerpo incluido tu cabecita. Eso me pareció fantástico porque entendiste que debías dormir.

Entonces a mamá se le ocurrió la genial idea de cantar: A dormir mi conejito mi copito de algodón……. Y entre las sábanas salió la última petición quiero conejito, por favor mamá. Te traje el primero que mis manos alcanzaron y me dijiste quiero color celeste. NO discutí más, ya el cansancio hacia mella. Lo último que recuerdo es que te abrazaste a tu conejito celeste y yo a abrace a Morfeo.

lunes, 3 de agosto de 2009

TUS MIEDOS


Hace aproximadamente dos semanas no quieres dormir en tu cama, no solo eso ni siquiera quieres entrar a tu dormitorio por las noches. Lo mismo sucede con el dormitorio de papá y mamá.
Estamos suponiendo que el motivo, es el árbol cuyas ramas se aprecian por las ventanas de ambos dormitorios y que por las noches adquieren un aspecto algo tenebroso.

Lo anecdótico es que, previamente a que cierres ambas puertas, entras a los dormitorios, hechas una mirada por las ventanas y sales a paso acelerado. Cabe resaltar que todo este pequeño recorrido lo realizas tapándote los oídos. Luego me pides ir hacia la sala.

La única diferencia de la sala con los dormitorios es que en el primero, el árbol casi ya no se ve. Pero las condiciones sonoras son similares, por lo que ya descartamos que pueda ser el mar .

Anoche te hice dormir en la sala, una vez que consideramos que estabas profundamente dormida te llevamos a nuestro dormitorio. Estabas algo incomoda, así que supuse que no tardarías en despertarte, en efecto a los segundos abriste los ojos, y lo primero que me dijiste fue “quiero hacer pichi”, presumí que era cierto porque antes de dormir no quisiste ir al baño y encima tomaste agua. Y efectivamente te ocupaste.

Regresamos al dormitorio y ya no podías conciliar el sueño, diste algunas vueltas sobre la cama y después te acercaste hacia mí para decirme: aplasta por favor mamá, mientras ponías mis manos a la altura de tus orejitas y en tu carita pude apreciar una expresión mezcla de dolor y pavor.

De allí las solicitudes vinieron una detrás de otros y en forma atropellada, quiero hacer cacá, quiero comer alimentos, quiero pocoyó, quiero colegio, quiero salita de visitantes …por favor mamá.

La última petición me confirmó que como de lugar querías salir del dormitorio. Así que desperté a papá y le dije que debíamos ir a la sala. Terminamos los tres en la sala, en un sillón cama que cuando lo compramos jamás imaginamos lo útil que seria.

Cabe mencionar que la mayoría de veces logras dormir toda la noche, pero te despiertan la infinidad de pajaritos que viven en el árbol que como reloj despertador pian de 05.00 am a 05.30 am. Esto te incomoda hasta las lágrimas y a mi me da ganas de bajar con un machete a desaparecer la causa de los problemas, olvidándome lo importante de la conservación de la flora y fauna del planeta. Como no debo ni puedo hacerlo, lo único que me queda es invocar para colmarme de la paciencia bíblica de Job.

lunes, 1 de junio de 2009

UNAS DE CAL Y OTRAS DE ARENA


Los sábados me resultan tediosos. El día comienza a las 6.00 de la mañana, porque de lunes a viernes, el trabajo no me permite realizar las “tareas de la casa” adecuadamente.
Ese día viene la Sra. Clarita a ayudarnos con la limpieza de la casa. Así que aprovecho para dejarte con ella mientras voy al mercado.
Muchas veces tengo que salir a escondidas porque me quieres seguir, pero como es una actividad que tengo que realizarla rápidamente evito llevarte, para liberarte de ese trajín que para nada representaría un paseo para ti.
Este sábado la Sra. Clarita me esperó con no muy buenas noticias: se ha orinado tres veces sobre ella….., a pesar de mi insistencia – me recalca- de quererla llevar previamente al baño.
Estoy segura que no es descuido de parte de ella, claramente se que tienes ese comportamiento cuando hacemos algo que no te gusta o porque haces alguna rabieta y esta te vence. En este caso supuse que fue una combinación de ambas cosas.

Con respecto a tu problema de estreñimiento, cada vez se dificulta más que permanezca media hora sentada en el inodoro después de las comidas, no entiendes porque te tienes que sentar así no tengas ganas. Y los argumentos que te doy te deben sonar bastante abstractos. Pero de ese pequeño conflicto te sale ese lenguaje funcional que yo tanto disfruto:

Mamá: Mika haz caca por favor….
Mika: No quiero, quiero jugar.
Mamá: Si no haces caca, te duele la barriga y tenemos que ir al doctor.
Pasan 10 minutos……. (en esos diez minutos rasgamos y abolillamos (hacer bolitas) la mitad del papel higiénico).

Mika: Limpia potito, por favor papá,
Mamá: (te miro extrañada), yo no soy papá.
Mika: Limpia potito, por favor mamá.
Mamá: Mika, al menos puja (hago la expresión y el sonido como si realmente lo hiciera), si pujas y no sale, aceptó que te vayas.
Mika (haces la expresión y el sonido, pero no el esfuerzo que se requiere), quiero salir.
Mamá: (Busco cosas con que distraerte, agarro tu shampoo y te preguntó) ¿Qué es?
Mika: Frasco de champú
Mamá: ¿Qué color es?
Mika: Verde
Mamá. ¿Qué tamaño es?
Mika: (No contestas…)
Mamá: ¿De que “tamaño” es? (hago énfasis en la palabra tamaño)
Mika: Pequeño…(titubeas) mediano….
Mamá: Muy bien (realmente no quiero corregirte si la respuesta es pequeño o mediano) lo que me interesa es que asocias la palabra “tamaño” a cualquiera de los tres conceptos (grande, mediano o pequeño).
Mamá: ¿Para que sirve?
Mika: Para bañarnos la cabeza.
Pasan 10 minutos más (también hemos “trabajado” preguntas asociadas al peine, cepillo de dientes, jabón y toalla).

Mika: No quieres.
Mamá: No quiero que
Mika: No quiero hacer caca.
Mamá: Te miró fijamente, ya no se que argumentos darte ni que cosas hacer….
Mika: Yo no quiero hacer caca (Reparo que supones que no te dejo salir ya que no haz utilizo el “yo”, que venimos trabajando gracias a la información del Blog de Anabel)
http://elsonidodelahierbaelcrecer.blogspot.com/2009/05/exteriorizacion-del-yo-pronombres.html
Mamá: Esta bien, voy a limpiarte el potito, (aprovecho los últimos minutos) ¿Quién te va a limpiar el potito?
Mika: (silencio) ……empiezas con tu ecolalia de Discovery Kids.
Mamá: Silencio por favor, ¿Quién te va a limpiar el potito?
Mika: No me haces caso y sigues con tu ecolalia.
Mamá: Moldeo tu mano y poniendo tu dedo en mi pecho digo: Tú, vas a limpiar mi potito.
Mika: (Me miras, pasan unos segundos más) Tú mamá Rosío, limpiar mi potito.
Mamá: (Ya han pasado más de 25 minutos, casi hemos cumplido la tarea, pero con creces te has ganado el hecho de salir del baño…Te limpio …) Muy bien hija, a salir. (No me miras te vas corriendo y continuas con tus ecolalias).

Me levantó (porque hasta ese momento he permanecido de rodillas) mis piernas están adormecidas por la posición, pero mi corazón esta vibrando.

Las siguientes veces vienes corriendo y me dices “hacer pichi”, las dos primeras veces celebro a rabiar, la tercera vez, solo sonrió.....el cansancio del día apremia. Estando ya sentada en el inodoro, mientras orinas me miras y me dices: muy bien, bravo. Entonces sobreactúo, bailo, canto y tú ríes.

Ya son las 11 y media de la noche y no quieres dormir, te resistes, cuando sabes que de todas maneras te llevaré a dormir, lloras, gritas y te vuelves a orinar.
Apenas sientes que te estas mojando, te quedas callada. Ya no tengo fuerzas para decirte que no hiciste lo correcto, mis últimas fuerzas lo utilizó para llevar tu ropa de cama a la lavandería, lavarte, ponerte el pañal (solo para asegurarme que no mojarás mi cama) y cambiarte la pijama. En la noche te despiertas, estas incomoda te preguntó ¿quieres ir al baño? Entre sueño me dices ya. Media somnolienta te llevó al baño, te siento en el inodoro, orinas y te vuelvo a llevar a mi cama.

Mientras me acuesto algunas ideas van rondando en mi cabeza, ¿realmente controla esfínteres?, ¿lo utiliza para agradar o desagradar según convenga la ocasión?, ¿es tanto su ira que no lo aguanta’. Ya no hay tiempo para respuestas, el sueño me vence, simplemente me voy con la certeza, de que ese día es como la vida… unas de cal y otras de arena.