jueves, 21 de noviembre de 2019

ACCIONES INADECUADAS O ACCIDENTES = DISCULPARSE Y REPARAR




Hace dos viernes al finalizar el taller de habilidades comunicativas que Mika lleva, sucedió un hecho que hasta hoy me pone los pelos de punta ya que hubo la posibilidad de que tuviera consecuencias catastróficas.

Usualmente cuando termina el taller dos adolescentes (regulares = sin condición) que suelen ayudarnos se quedan hablando y compartiendo temas comunes, mientras que Mika sale corriendo a realizar cosas que son de su interés (ejemplo: escuchar música, dibujar, etc.)

Pero el viernes hubo un pequeño compartir y la actividad se extendió mas allá de la hora de salida y Mika como nunca se quedo y empezó a jugar y compartir con las chicas. El juego consistía en que dos de ellas trataban de pasar los globos (que fueron parte de la decoración del compartir) por una ventana y Mika que estaba en el otro lado evitaba esta acción cerrando la ventana (que era un vidrio con borde de aluminio), que en otra oportunidad por un movimiento sumamente brusco ya se había salido de su lugar.

El papa de Mika que había llegado a recogerla  las vio jugando de esa manera y les recomendó parar la actividad pero ellas hicieron caso omiso a la advertencia, yo en ese momento estaba respondiendo una llamada en otro ambiente y la responsable del taller ya estaba en otra sesión con otro niño.

De repente se escucho un ruido estruendoso y después un largo silencio. Fui corriendo al lugar de donde provenía el ruido y la ventana de casi 1.40 de largo por 0.90 de ancho se había caído al suelo y como no era vidrio templado (que usualmente se hace arroz al caer) quedando grandes astillas, parte del marco y otros accesorios de la ventana desperdigados por todo el suelo.

En ese momento el papa de Mika puso paños fríos a la situación y calmo la ansiedad de Mika y la preocupación de las otras dos chicas con un "tranquilas chicas fue un accidente".  Mika se lamentaba haberse quedado a jugar, pero tuvimos que explicarle que eso no era la causa de lo acontecido y las chicas sobre todo una ellas, de forma insistente se disculpaba En ese momento decidimos retomar el tema después de estar todos mas tranquilos.

Al día siguiente haciendo una limpieza mas exhaustiva del lugar pude verificar que el vidrio al caer había roto el cuero de un mueble y había partido varias partes de un mueble de plástico duro.En ese momento caí en cuenta de lo grave que pudo haber sido la situación. Ambos muebles estuvieron junto a las chicas y si ellas por suerte o por un movimiento rápido de su parte no hubieran retrocedido el vidrio sin problemas hubiera podido cortarles la cara o cualquier otra parte de su cuerpo,

Esa noche tuvimos entre los tres (papa, Mika y yo) una conversación sobre lo sucedido. El tema era evaluar lo sucedido y definir las responsabilidades y las acciones a tomar,
El papa de Mika concluyo que de su parte hubo responsabilidad ya que siendo una persona adulta  no solo debió sugerir que el juego parara sino debió pararlo  en ese instante, con respecto al actuar de las chicas también había responsabilidad porque si bien se les advirtió ellas hicieron caso omiso a la sugerencia y siguieron jugando. Si bien ellas se habían disculpado (cada una a su manera), había que reparar así que esa noche lo decidimos de la siguiente manera. (el papa de Mika iba a pagar la mitad del vidrio y la otra mitad iba a ser asumido en partes iguales por las tres chicas). Sobre las condiciones de la reparación lo discutimos en la siguiente taller. En este  se decidió que iba a ser trabajo comunitario en el centro donde sucedieron las cosas (y el cual yo administro).

Con respecto a la necesidad de no solo disculparse sino también reparar, es algo que hemos venido trabajando con Mika desde años atrás. En estos años ha tenido que hacer mucho esfuerzo para lograr reparar "tangibles" (que incluye alimentos) por una situación puntual que tratare en la siguiente entrada


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