viernes, 27 de diciembre de 2013

A UNA MAESTRA QUE DEJA HUELLA: CON MUCHA GRATITUD Y CARIÑO



Estimada Chio:
Estas líneas son para agradecerte todo lo que has hecho por Mika y por mi familia durante este año y la verdad no ha sido poco. Y lo hago por este medio porque las dos últimas veces que hablamos terminamos las dos emocionadas sin poder contener las lágrimas, por mi parte me quedé con las palabras atropelladas en mi garganta y alcance solo a decirte muchas, muchas gracias..... 
En primer lugar agradecerte porque durante todo este año nos diste mucha TRANQUILIDAD, si porque sabíamos (incluyó a Daniel) que cualquiera fuera la situación o percance en el colegio tú lo ibas a manejar de la mejor manera. Y no necesariamente porque tuvieras un adecuado manejo conductual de los chicos sino porque le diste prioridad al aspecto emocional. Y sobre todo porque te interesa que el niño reflexione sobra la situación y obtenga un aprendizaje del mismo. En un primer momento (en el caso puntual de Mika) aceptamos un poco incrédulos este abordaje pero el tiempo te dio la razón.
 Gracias también porque no solo fuiste la profesora/tutora de Mika asumiendo la labor de trasmitirle conocimientos, sino que sobre todo te aseguraste que ella y los demás chicos aprendieran cosas mucho más valiosas como: a auto-regularse, a solucionar sus conflictos de la mejor manera, a organizarse, a ser solidarios, a quererse y a respetarse los unos a los otros.

Sé que al comienzo tuviste cierto temor porque el autismo era una condición totalmente desconocida para ti, pero siempre estuviste dispuesta a aprender, a ayudar y sobre todo a aportar.

Para ti y siempre me lo dijiste, Mika no era una niña con un diagnóstico X o con una condición Y, a tus ojos ella era solo una niña con una forma diferente de aprender.

Te agradezco que nos hayas dado tu punto de vista sincero y acertado sobre los profesionales que nos acompañaron. Eso nos sirvió para replantearnos objetivos, cerrar etapas y empezar otras.
 
Si bien no todo fue color rosa, porque hubieron situaciones y conflictos que tuvimos que afrontar, tus palabras al otro lado de la línea (cuando yo te decía entre ansiosa y preocupada: Chio ¿y ahora que paso?) siempre fueron de los más cordiales y tranquilizadoras, ya cuando nos reunimos con los involucrados a definir acciones a tomar; tu posición siempre fue de lo más clara: a favor de los niños. Y no hablo de darles inmerecidamente la razón sino que constantemente te empeñaste "en cuidarles el corazón"
 Sé que a veces o casi siempre has utilizado el tiempo de tu familia y te tu querida Sol para otorgárselos a tus otros 21 hijos (como tú los llamabas) ya que cada uno de ellos tenía  sus propias necesidades (educativas y/o emocionales), sus circunstancias familiares, sus peculiaridades, pero todos sin excepción se beneficiaron de tu presencia, tu contención, cariño y comprensión.

Todavía no sabemos quien será la profesora de los chicos el próximo año pero  mi querida Chio, estas dejando la valla bastante alta; confiamos que la que reciba la posta lo haga tan bien como tú.

Finalmente con todo lo vivido este año nos reafirmamos en algo que hemos comprobado a lo largo de estos casi 4 años que venimos transitando por el camino de la inclusión educativa, que no es determinante ni la experiencia ni la formación (que en tu caso superas con creces), lo importante es el compromiso y la actitud del docente, y con maestras como tú.....la inclusión SI ES POSIBLE.

Con mucha gratitud y cariño....

Rosío, Daniel y Mika 
 

1 comentario:

Programa de Desarrollo Psicosocial dijo...

Muy emotivo Rosio. Para una maestra es muy importante el reconocimiento de su trabajo.Con maestras como Chio la inclusión es posible!!sin duda.
Felicitaciones a la maestra de Mika y de nuevo felices fiestas!