HERIDAS EN LA PIEL Y EN EL CORAZON

Acaba de terminar una auditoria a mi empresa, que es como una especie de examen que paso por mi trabajo desarrollado a lo largo del año. Antes era en el mes de diciembre pero conforme llegaron nuevos gerentes y la empresa fue creciendo la fecha se fue aplazando.

El resultado fue muy bueno, certificamos en una nueva versión de la norma ISO 90001:2008 sin ningún contratiempo, mejor dicho con muchas fortalezas en el sistema. Pero yo tengo apretado el pecho no de emoción sino de tristeza, ya que mientras escribo no puedo contener algunas lágrimas, es que nuevamente tengo que anteponer mi rol “de profesional” a mi labor de madre.

Estos dos últimos días mientras te llevaba al colegio en la mañana, te note bastante inquieta, creo que como la mayoría de veces la causa lo asocie a algo “propio de tu condición” inclusive ayer mientras íbamos en la movilidad a tu colegio, tú te acurrucaste y me pediste que te abrazará, te tome entre mis brazos pero mi mente estaba en coordinar y confirmar actividades propias de la auditoria.

Antes de ayer en la noche llegué a la casa bastante tarde casi no trabajamos y la verdad que después de darte un baño solo noté una pequeña herida cerca de tu nalguita la cual supuse se había extendido más de lo que debía por esa manía tuya de sacarte todas las costras que tienes en el cuerpo. En el brazo también note otro bastante incipiente y la verdad hija no le di la importancia del caso.

Ayer entre las actividades de la auditoria me “escape” un momento a tu colegio porque teníamos (papá y yo) una reunión con el equipo de tu colegio para la entrega del informe del último trimestre. Entre las cosas que Meche (tu profesora) me hablo, fue de tu fastidio constante por las “heridas” en tu brazo. Pensé que se refería a un fastidio maximizado por el hecho de que no se te permitía que te rasques constante.

En la noche para variar también llegué tarde y te encontré nuevamente fastidiada, no hable mucho con papá ya que el venia de dos noches sin dormir así que apenas llegué me dio la posta y se fue a dormir.

Cuando te desvestí me di cuenta que tenias varias heridas en el hombro y algunas más debajo de las axilas todas supurando, de dos que te vi el día anterior estas se habían cuadruplicado a 8 y no se veían nada bien. Allí recién caí en el convencimiento de la causa de tu inquietud y de esa necesidad tuya de acurrucarte hacia mi tal vez era una manera de decirme mamá no me siento bien, tengo una sensación que no se definir por eso necesito que me abraces.

Hemos pasado toda la noche tratando de que no te rasques y ventilando tus heridas, tu entre sueños me pedías a soplar a soplar creo que era porque sentías una mezcal de picazón y ardor.

Hoy en la mañana se me hizo imposible que yo te llevará al médico, la principal razón era la auditoria a mi gerente general ya que un día antes él me había conminado a estar a su lado durante esa actividad, además que se llevaba a cabo el cierre de la auditoria y la retroalimentación de los hallazgos con el representante de la dirección (si tengo ese cargo rimbombante).

Así que papá te llevó a la doctora posponiendo su chequeo médico ya pactado con anterioridad. El diagnóstico de la doctora fue impétigo, resultado de tu alta predisposición por tu problema de eczema dermatitis atópica.

No sabes cuanto me duele no estar contigo en esos momentos, de que papá se tenga que encargar solo como si fuera un papá soltero, además de no saber interpretar tus necesidades porque tengo la cabeza en otro sitio preocupada por cosas propias del trabajo. Además de obligarte a realizar actividades estando indispuesta físicamente.

Así que mientras a ti te ardía tus heridas en la piel a mi me ardía las del corazón....

Pero en medio de todo lo malo, la gran noticia es que a partir del lunes estoy de vacaciones y eso me va ha permitir disfrutar de ti y tú vas a tener a tu mamá disponible al 100% (al menos por dos semanas).