Esta carta ha sido bastante difícil de redactar y no es porque no haya nada que decir, al contrario hay tanto que transmitir y lo complicado es ordenar los sentimientos y sobre todo ponerlo en palabras. En palabras que van desde el alma y desde la gratitud, de lo que han representando en esta etapa tan significativa en la vida de Mika.
Doce años acompañándonos en este camino no es poco, tal vez nuestro primer encuentro no fue el mejor, pero con el tiempo supimos afrontar juntos el desafío de un proceso de inclusion, esa tensión que ambas partes sentíamos se fue acomodando, entendimos que navegábamos en el mismo barco y poco a poco fuimos construyendo, dándonos la mano, compartiendo conocimiento, acompañándonos en momentos complicados, forjado hechos y sobre todo experiencias enriquecedoras
Doce años donde no solo ayudaron a Mika sino que procuraron su bien, la escucharon, la valoraron, la sostuvieron, la comprendieron, cuidaron su corazón, le tuvieron paciencia, le regalaron tiempo, la protegieron, la amaron bonito, la dejaron ser, fueron su sombra y su sol cuando la necesidad lo requirió, encendieron su luz y sus sueños, le dieron seguridad, alentaron sus pasos, encendieron sus sueños y sobre todo encontraron su mejor versión,
Las despedidas no son nada fáciles, en esta nueva etapa nos harán mucha falta; nos vamos a otro lugar a sembrar nuevas experiencias, pero ustedes siempre estarán en nuestros corazones.
Con cariño
La mama de Mika
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