jueves, 16 de mayo de 2013

RAZONES POR LAS QUE DEBES DENUNCIAR CUANDO TU HIJO NO ES ACEPTADO EN UN COLEGIO

 
 
Muchas mamás me escriben y me comentan que han desistido de un proceso de inclusión educativa porque cuando visitaron o postularon a un colegio regular, su hijo no fue aceptado.
 
Cuando les comentó que este hecho debe ser denunciado me exponen varias razones: no tienen tiempo, les representa mucho desgaste físico y/o emocional, no saben a donde dirigirse, dudan que las autoridades den trámite a su denuncia, no tienen pruebas que la sustenten y hasta argumentan temor a las represalias.
 
Es cierto una denuncia puede convertirse en un proceso sumamente largo, requiere tiempo y dedicación y los resultados no siempre serán los que tu esperas, pero es importante saber y estar consciente que:
 
Con este proceso habrás expuesto un problema, habrás dado visibilidad a una situación por las que pasamos diariamente muchos padres, habrás instruido o sensibilizado a alguna persona. Y sobre todo habrás cumplido tu deber de padre que es defender los derechos de tu hij@.
 
Denunciar es VITAL para hacer cambios en la sociedad, porque permite prevenir y corregir un problema existente. Denunciar permite conocer la incidencia del problema y que las autoridades destinen recursos (técnicos, económicos , etc.) para resolverlo. Una política antidiscriminatoria pierde potencia y efectividad si no se cuenta con estadísticas que permitan determinar la magnitud del problema.
 
La denuncia no es un acto de violencia ni una acción mal intencionada es solo un mecanismo para mejorar la convivencia armónica en una sociedad.

Tal vez la denuncia no beneficie directamente a tu hijo, pero si lo hará al siguiente niño/adolescente/joven con necesidades educativas especiales que llegue a la institución educativa que no recibió a tu hijo. Tal vez si los padres del anterior niño/adolescente/joven que rechazaron hubieran hecho la denuncia, tú hijo hubiera sido recibido con otra actitud.
 
No denunciar te vuelve cómplice de la persona que discrimina, haciéndote que su accionar se vuelva sistemático, recurrente y lo realice con total impunidad.
 
Entonces si quieres que las cosas cambien, DENUNCIAR es una forma de poner tu granito de arena. Tú hijo y el resto de niños/adolescentes y jóvenes con necesidades educativas especiales te lo agradecerán.

1 comentario:

Programa de Desarrollo Psicosocial dijo...

Buenísimo Rosio! que entrada más acertada. Cariños