Antes que tú nacieras soñaba con las innumerables conversaciones que tú y yo íbamos a tener.
Pero el autismo no anulo este sueño, solamente lo postergo.
Este diario lo hago para ir recopilando nuestras vivencias diarias, tus avances y porque no también tus retrocesos; así como nuestra lucha diaria en este mundo que todavía discrimina lo "diferente". Y para que un tiempo no muy lejano recordemos juntas aquellas situaciones que nos hicieron reír, llorar o simplemente disfrutar de la vida.